El biomagnetismo se basa en la relación de resonancia energética, que existe en dos puntos específicos. El impacto que se consigue por inducción de las dos cargas principales de polaridad opuesta (positivo y negativo), ejerce una acción neutralizante de la alteración del ph, que se produce en los órganos o sistemas afectados, sin provocar ningún tipo de efecto secundario.

Es conocido, que las zonas del organismo donde ocurren desequilibrios del Ph, son espacios propicios para la reproducción de microorganismos como bacterias, virus, hongos y parásitos. El par biomagnetico genera un ambiente incómodo para estos microorganismos, favoreciendo su eliminación.

Con el testaje bioenergético, se realiza un rastreo en las diferentes zonas y sistemas del organismo para detectar donde se necesitan aplicar. Además, se han desarrollado numerosos protocolos específicos, diseñados para cada desequilibro.

Las sesiones tienen una duración aproximada de una hora y dependiendo de cada caso se necesitarán más o menos sesiones. En algunas situaciones leves, con una sola es suficiente. Normalmente las sesiones están espaciadas entre una y dos semanas.